El testigo de nombre Humberto Navarrete, ciudadano estadounidense, residente de National City y estudiante de asistente médico en Chula Vista, entregó cuatro videos a Diario San Diego que logró grabar en compañía de Sergio González y en los que se alcanza a percibir y a escuchar los gritos de ayuda y dolor del migrante que fue severamente golpeado por los agentes migratorios.
Al momento de entregar los videos a esta casa editorial, señaló que hasta el día de ayer martes se dio cuenta que los hechos que había presenciado y videograbado el viernes 28 de mayo a la salida de la garita de San Ysidro por la Puerta México, era la persona que había fallecido decidió hacer públicos los videos a través de este medio.
Señaló que al momento de presenciar los hechos esa noche, les reclamó a los oficiales migratorios la manera de actuar ya que la persona que estaban golpeando ya estaba esposado y no se resistía, además de que pudo notar un exceso de fuerza para someter a solo una persona que ya estaba esposada y en el suelo.
Dijo sentir mucho coraje e impotencia por la manera de actuar de los oficiales, ya que él trabajó por más de dos años en seguridad y perteneció al ‘Army’ en la Guardia Nacional, por lo que el actuar de los agentes le molestó mucho.
“Por lo que yo vi algo estaba mal, incorrecto. Sentí mucha impotencia de ver que la persona estaba pidiendo ayuda y nadie se la daba. Yo sé que no estaba ahí por bueno o por buen ciudadano, pero hay reglas aun así sea un asesino, es un ser humano y no como se le trató”, comentó al momento de entregar el material.
“Yo trabajé en seguridad en San Diego y se nos enseñó que si una persona ya está sometida y está esposada no es necesario de que participen tantas personas para someterla”. Señaló que está dispuesto a dar su testimonio de los hechos a cualquier autoridad que se lo solicite, así como el explicar lo que grabó la noche del 28 de mayo en la Puerta México.
Dijo que durante el tiempo que realizó los videos, se percató que nadie más lo hizo, o al menos no miró a otras personas hacerlo, ya que la mayoría pasaba rápido por ahí. A pesar de que en los videos no se alcanzan a ver a los agentes golpeando a Anastasio, si se logra escuchar los gritos de ayuda y lamentos al momento de ser agredido.
“Yo iba en camino a Tijuana en compañía de Sergio González y otro amigo como a eso de las 8:30 de la noche para comprar una medicinas y comer unos tacos. Cuando íbamos por el puente peatonal antes de bajar hacia la salida, alcanzamos a escuchar gritos de ayuda y vimos como agentes de diversas agencias migratorias estaban golpeando a una persona, volteo para abajo y veo a dos oficiales con ropa de civil con una placa colgando en su pecho, tres oficiales vestidos de verde y azul estaban arriba de un hombre hispano, al bajar me acerco a la reja y veo que los uniformados tenían al hombre esposado, boca abajo, y dos de ellos tenían su rodilla en la espalda y otro en el cuello del hombre, Esta persona estaba conciente y en todo momento estaba gritando “ayúdenme, ayúdenme, por favor”. Pero nadie se paraba, nomás miraban, tal vez por el miedo de ser detenidos o también golpeados”, explica.
“Lo que estaba viendo no era correcto, ya que el hombre no era un peligro para los oficiales, entonces tomé mi teléfono y empecé a grabar lo que estaba viendo”, narra el testigo, quien además ha trabajado como guardia de seguridad en San Diego.
“En el primer video de 1 minuto 24 segundos que tomé los oficiales tienen las rodillas sobre la espalda y el cuello de la persona, lo tienen sometido y la persona está esposado, gritando." “ayuda, ayuda, por favor, señores ayúdenme, no!... En eso un oficial de los Costums me dice que no puedo estar ahí y que me tengo que mover. Le pregunto el porqué le pegan si la persona está esposada y no se está resistiendo al arresto y me dice que no sabe. Él se queda callado y no me dice nada. Lo grabo cuando me está preguntando”.
“Sigo grabando y llegan más oficiales, más agentes, al menos eran ya unos veinte oficiales de azul y verde; rodean a la persona esposado que está en el suelo, y en eso un oficial hace una señal y todos los agentes como que se abrieron hacia un lado y saca una pistola eléctrica y descarga un cartucho. Yo conté al menos arriba de cinco descargas. La persona empieza a dar vueltas por el suelo por cada descarga”.
Otro de los testigo -que también está dispuesto a dar su testimonio a las autoridades- que esa noche acompañaba a Humberto era Sergio González, quien tiene viviendo en National City 40 años y se dedica a la construcción narró para Diario San Diego lo que presenció esa noche.
“Cuando íbamos caminando por el puente vimos como a cuatro oficiales que estaban golpeando a una persona. Había muchas personas pero nadie se paraba ni les decía nada. La persona que estaban golpeando pedía auxilio a gritos “auxilio, quítenmelos”, y nomás se oían los trancazos, pero al momento de que los oficiales le dan las descargas por medio de la pistola eléctrica, la persona dejó de gritar, perdió el conocimiento”.
“Cuando la gente pasaba al lado mexicano entonces sí les gritaban a los migras que lo dejaran. Un oficial de México nos pido que le entregáramos los videos y un reporte, pero la verdad, estos agentes mexicanos mejor se metieron a la oficina que está a un lado de la pasada, por lo que vinieron unos soldados de la Marina mexicana y nos pidieron que nos moviéramos”.
“Los agentes migratorios estadounidenses cuando estaban golpeando a esta persona estaban a unos metros de la acera, del pasillo para cruzar a Tijuana, y después se lo llevaron más retirado a la parte de atrás del automóvil y todavía gritaba la persona, pero después de las descargas perdió el conocimiento y ya no gritó”, explicó Sergio.
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